Algo que tiene en cuenta nuestro estanco de tabaco en Burgos es que el consumo del tabaco no se ha considerado nocivo desde siempre, sino que a lo largo del siglo XVII los médicos lo recomendaban para tratar determinadas enfermedades. Cuando el producto procedente de América llegó a Europa como fruto de bonificación, no se podían imaginar 500 años después esa larga lista de efectos perjudiciales con los que contamos actualmente.
Aunque los productos procedentes del Estanco Miguel adviertan de los peligros que conlleva el tabaquismo, nuestro negocio conoce los inicios de cómo el tabaco nació como un tratamiento para males tanto físicos como psíquicos. De hecho, hasta las décadas de los años 50 y 60 los investigadores no comenzaron a percatarse de las consecuencias de llevarse un cigarrillo a la boca. En esta época tuvieron lugar los primeros descubrimientos de que fumar era la causa principal de infartos y cánceres. No obstante, remontándonos años atrás, podemos localizar en el Arxiu Nacional de Catalunya al médico italiano Massimo Zavona. Éste atribuyó al producto como solución de pleuritis y artritis, así como efectos de relajación y benévolo para la mente, entre otros.
Sobre todo ello nuestro estanco de tabaco en Burgos afirma que el tabaco era mucho más puro y con la nicotina se podía tratar problemas con sus propiedades neuroestimuladoras y ansiolíticas, pues partiendo de las teorías médicas del doctor Zavona, el tabaquismo podía curar un infinito números de males del hombre, sobre todo mentales.
En Estanco Miguel somos conscientes de las teorías de este especialista, quien confirmaba igualmente que la nicotina actuaba inmediatamente a nuestro sistema nervioso temporalmente hasta que se prendía el siguiente pitillo.