En el estanco de tabaco en Burgos vemos un producto ya totalmente realizado y preparado para su consumo, pero la verdad es que en el origen del tabaco su utilización era más diversa que en la actualidad. Esta planta se comenzó a cultivar hace 5000 años en una zona de alta montaña de los Andes entre los actuales estados de Perú y Ecuador. Poco a poco, fue extendiéndose por los cuatro puntos cardinales del continente, con excepción de las zonas más frías del norte y el sur, donde la planta no podía crecer.

El estanco de tabaco en Burgos no existiría si los españoles no hubieran llegado a América. Y es que en el momento en el que los mismos llegan al continente el tabaco ya llevaba milenios extendido por la zona caribeña y México donde se lo traen a España aunque en un primer momento es considerado como un invento diabólico por la Inquisición por la posibilidad de poder crear humo por boca.

La verdad es que el tabaco no solo se consumía fumado como ocurre en la actualidad sino que se mascaba como la hoja de coca, se ingería, se tomaba en infusiones, se aspiraba, en enemas, friegas y en todo tipo de rituales, especialmente en los relacionados con la guerra.

A lo largo de los siglos posteriores, los españoles lo extendieron por Europa y el mundo, pudiendo encontrarlo hoy en día en el Estanco Miguel en forma de cómodos cigarrillos para su consumo, siendo habitual en todos los países del mundo con la excepción de Bután.