En nuestro estanco de tabaco en Burgos nos encontramos con muchos tipos de clientes. Entre todos ellos, quizá el que fuma en pipa sea el que más intenta acercarse a «la excelencia» del tabaco. ¿Qué queremos decir con esto?

Fumar en pipa es, para los aficionados, más una actividad recreativa que cualquier otra cosa. El arte de fumar en pipa tiene muchísimos detalles y el objetivo suele ser disfrutar del tabaco como quien disfruta de un buen vino.

Por eso, cuando en nuestro estanco de tabaco en Burgos nos encontramos con un fumador de pipa, sabemos que estamos ante un experto, un sibarita. El arte de fumar en pipa implica varios aspectos que marcan claramente lo especial de este sector:

– Lo esencial es disfrutar del tabaco. Este fumador busca, investiga, experimenta y prueba diferentes variedades de tabaco. Analiza las marcas, paladea y estudia los aromas y el sabor.

– Requiere aprendizaje. El fumador de pipa debe aprender a fumar. Debe manejar el ritmo según sea el tabaco en cuestión, y debe saber respirar y aspirar el humo, en consecuencia. El acto de fumar se considera un placer en sí mismo, que se disfruta sin prisa y con gusto.

– Requiere técnica. Este fumador domina el arte de cargar y encender la pipa, mantenerla encendida, limpiarla y conservarla. Son actividades casi rituales.

Como ves, fumar en pipa es muy diferente a fumar cigarrillos. Los fumadores de tabaco en pipa se consideran catadores que practican una afición. Hay mucho conocimiento del producto detrás de este «entretenimiento», que, muchas veces, incluso, se convierte en una actividad social. Los fumadores de pipa forman asociaciones y clubes donde comparten sus impresiones y experiencias.

En Estanco Miguel estamos encantados de atender a estos clientes tan especiales, con los que siempre es un gusto hablar sobre tabaco desde un punto de vista casi «artístico».