En nuestro estanco de tabaco en Burgos puedes encontrar una gran cantidad de artículos para fumador. De ellos, uno de los que más aceptación tiene entre nuestros clientes son los mecheros desechables, imprescindibles para encender los cigarrillos o las pipas. Hace ya algunos años que este tipo de encendedores desplazaron a las cajas de cerillas y hoy vamos a contarte algunas curiosidades sobre ellos.

Fue a finales de los años 60 cuando hicieron su aparición los primeros mecheros de plástico. El nombre de mechero viene de esos antiguos encendedores en los que una mecha, generalmente de algodón, se encendía por la acción de una chispa. Los primeros encendedores de plástico, creados por una empresa francesa, contenían en su interior un pequeño depósito de gas con una pequeña válvula que se accionaba apretando una palanca.

Pocos años después un importante fabricante de bolígrafos desechables compró esa empresa y empezó a producir sus propios encendedores en los que el gas, en lugar de estar en un deposito extraíble, se almacena en el propio encendedor. Desde entonces, se calcula que se han vendido más de ochenta mil millones de encendedores a lo largo de todo el mundo.

Cada uno de los encendedores desechables que vendemos en nuestro estanco de tabaco de Burgos consta de, al menos, una decena de piezas diferentes incluyendo varios muelles y un pequeño pedazo de pedernal que es el responsable de que salte la chispa que ha de originar la llama. Los modelos más modernos de encendedores desechables van sustituyendo el pedernal por un sistema piezoeléctrico para generar la chispa.

Si necesitas un encendedor ven al Estanco Miguel, en el paseo de las Fuentecillas.