Son muy pocos los clientes habituales de nuestro estanco de tabaco en Burgos los que pueden permitirse tener en casa una cava de puros, por este motivo es muy frecuente que, la mayoría de ellos no los conserve de la mejor manera posible y, cuando quieren encender uno de sus habanos se encuentran con que prácticamente ha perdido todo su aroma y, lo que suele ser mucho peor, puede tener sabores extraños.

Como responsables de un estanco de tabaco en Burgos sabemos que uno de los errores más frecuentes que se cometen en la conservación de los puros es el de guardarlos en la nevera sin ninguna protección especial. Una de las características de los puros es que pueden absorber fácilmente la humedad por lo que deben conservarse en un espacio con la humedad controlada. Las neveras modernas, especialmente las que cuentan con la tecnología “no-frost”, tienen un ambiente demasiado seco para los puros. Pero, además, dado que también guardamos alimentos en su interior, se desprenden diferentes olores que terminan por calar en el interior del cigarro. Por eso es tan habitual que, al encender un puro que puede llevar varias semanas en el frigorífico notemos que deja en la boca un rastro a cebollas, a guiso, a queso…

No es necesario disponer de mucho espacio en casa para colocar una caja de puros que cuente con su propio humidor, un dispositivo que regula la humedad del interior de la caja. En estas cajas se puede guardar una pequeña cantidad de puros, diez o doce, que se conservarán perfectamente durante un espacio largo de tiempo. 

Pregunta en el Estanco Miguel por los diferentes modelos de cajas para puros que tenemos en catálogo.